Recogida de Firmas CIUDADANÍA
Para: Congreso de los Diputados
Aquí estamos. Somos la CIUDADANÍA. Queremos votar.
Somos de izquierdas y derechas, de todos los territorios, ciudades y pueblos, de todas las banderas.
Somos gente decente, trabajadora de todos los sectores, emprendedora, en paro, propietaria, afectada por desahucios, en edad de jubilación, amos y amas de casa, policías, profesionales de la sanidad, de la educación, de todos los servicios públicos, de la judicatura, de los medios de comunicación, de profesiones liberales, de pequeñas empresas, autónomos y autónomas, del sector agrario, del sector servicios, de la abogacía, electricistas, trabajamos en talleres, en albañilería, en fontanería, somos comerciales, trabajadores y trabajadoras industriales,… la ciudadanía que forma la sociedad civil.
La corrupción nos lastra, nos mancha, nos ensucia, es despreciable.
La CIUDADANÍA declaramos a la corrupción y a sus gestores como enemigos.
Ningún corrupto puede quedar impune y, menos aún, participar en la dirección de lo público, en ningún nivel de responsabilidad, en nuestro país. Hay que derogar el art. 31 Bis punto 5 del Código Penal para que los políticos rindan cuentas ante la ley por su gestión.
Hay responsables de haber tomado decisiones o de haberlas ignorado, que nos han arrastrado a esta situación política, económica, social, de desánimo y apatía, de crispación. Responsables políticos, bancarios, empresariales, periodísticos… que no padecen en sus salarios la crisis que vivimos el resto de la sociedad.
Queremos que se nos respete. Nadie es nada sin la ciudadanía. Ni la Monarquía, ni la Constitución, ni los partidos políticos, ni la nación. Somos el origen y el fin de todo, la CIUDADANÍA, las personas, las gentes, quienes desde aquí hablamos con voz pero sin grito, mostrando nuestras manos abiertas.
Exigimos, pedimos, queremos poder votar.
Queremos decidir nuestro futuro ya.
Queremos decidir sobre las reglas del juego, sobre las normas en que se asienta nuestra convivencia, sobre la ley electoral, sobre las condiciones de nuestra pertenencia a la Unión Europea.
Queremos que nadie tome decisiones que afectan a nuestras vidas, las de nuestros hijos, al futuro, a nuestros mayores, en cenáculos y organismos que no hemos votado, por personas a las que no hemos elegido.
Eso no es democracia.
Queremos decidir sobre la Constitución una nueva Constitución o la misma, pero decidirlo nosotros.
Queremos decidir nuestra organización política, como Monarquía o como República, si somos un Estado centralista, descentralizado, autonómico, federal, confederal o si reconocemos el derecho a la independencia a algunos pueblos de España.
Pero pedimos decidirlo nosotros, la CIUDADANÍA.
Hemos elegido a los responsables políticos, hasta ahora, para dirigir el Gobierno o para representarnos en la oposición, pero lo han hecho mal, se han equivocado, han dilapidado el caudal de ilusión de la ciudadanía y hoy exigimos votar para salvar la democracia, a sus instituciones, de la corrupción.
Estamos en una situación de grave crisis económica, política e institucional, con una corrupción que parece inundarlo todo, y nadie está hoy legitimado para tomar decisiones en mi nombre.
Solo yo decido mi voto.
Solo yo decido lo que quiero.
Solo yo decido mi futuro.
Ustedes, responsables políticos, lo han hecho mal, ¡Están DESPEDIDOS!
Merecemos votar. Solo así emprenderemos el camino de salida de esta penosa situación que atravesamos.
Exigimos, queremos, demandamos, votar.
La CIUDADANÍA quiere decidir nuestro futuro.
La CIUDADANÍA, febrero de 2013.
