Recogida de Firmas Contra los dibujos animados violentos en TV por su influencia en el comportamiento de los niños
Para: Congreso de los Diputados
Los varones que desde pequeños ven dibujos animados violentos luego son más agresivos. Así lo determinó un estudio realizado por investigadores de los Estados Unidos. Según este trabajo, los niños de entre 2 y 5 años que son expuestos a estos programas, cuando llegan a la edad escolar tienden a actuar en forma más agresiva.
Los varones que desde una edad temprana ven dibujos animados con alto nivel de violencia, así como deportes de contacto, tienen más probabilidades de ser agresivos o desobedientes a medida que vayan creciendo, según un estudio que publica el periódico médico Pediatrics.
Dimitri Christakis, principal autor del estudio, indicó que a raíz de este trabajo descubrieron que cuanto más violenta es la televisión que ven los niños en edad preescolar, entre 2 y 5 años, mayor es la probabilidad de que "tengan comportamientos antisociales, como actuar agresivamente, desobedecer o meterse en problemas, en la edad escolar", entre los 7 y 10 años.
"La mayoría de los padres considera que los dibujos animados no son amenazadores para sus hijos porque, después de todo, no son reales y son divertidos. Pero la verdad es que los niños preescolares no distinguen entre la fantasía y la realidad de la manera que lo hacen niños más grandes y adultos. Para ellos todo es muy real", explicó Christakis y agregó que como los dibujos "muestran violencia sin consecuencias reales, se transmiten mensajes erróneos sobre los efectos de la violencia en el mundo real".
Para este trabajo, los investigadores siguieron los programas que veían 184 niños y 146 niñas, de entre 2 y 5 años. Luego analizaron qué comportamiento tenían más adelante. Para el estudio se hizo un seguimiento a 8.000 familias de los Estados Unidos.
Los investigadores del departamento de Pediatría del hospital para niños de Seattle, que llevaron adelante el trabajo, vieron que los varones de corta edad eran los más sensibles a los contenidos violentos. Ni las niñas, ni los niños que fueron expuestos a programas no violentos mostraban el mismo nivel de agresividad en los años subsiguientes.