MANIFIESTO PARA GANAR AVILÉS
Para: AYUNTAMIENTO DE AVILÉS
MANIFIESTO PARA GANAR AVILÉS
Vivimos tiempos de cambios profundos. Aprovechando el contexto de la crisis, los poderes económicos han emprendido una ofensiva abierta contra los derechos y las conquistas sociales de la mayoría de la población. Sin embargo, el anhelo de una democracia real es cada vez más intenso en las plazas, en la calle, en la red… pero también en las urnas.
Ha llegado la hora de reapropiarnos de las instituciones para ponerlas al servicio de las mayorías a través del bienestar común y una economía sostenible. La democracia empieza por lo cercano; la gestión de lo público por parte de la ciudadanía define el mismo concepto de municipalismo y de nuestro proyecto; los nuevos conceptos democráticos de participación ciudadana deben estar presentes en nuestros barrios, en nuestra ciudad, en nuestro ayuntamiento.
La regeneración democrática debe empezar por lo más próximo, los ayuntamientos que son la institución más acorde para llevar adelante esta tarea. Tras años de corruptelas, de escándalos políticos, de gestiones de espaldas a la población, los gobiernos municipales se han convertido en uno de los cánceres de nuestro sistema político.
Avilés es uno de los ejemplos de esa deriva; tras años de bipartidismo, la ciudad necesita un cambio, un nuevo proyecto que revierta las políticas privatizadoras y las gestiones desastrosas de los fondos públicos. Frente a los modelos de especulación debemos recuperar el control democrático de los servicios municipales como el agua o la limpieza; remunicipalizar lo público es ganar en calidad y en democracia social.
Los casos Aquagest, Niemeyer y las piscinas municipales son fruto de esa política del todo vale, del caciquismo de una casta que vive encaramada a la vida política como si de un negocio se tratase. Los escándalos políticos del actual gobierno, con la Alcaldesa imputada, son intolerables en los tiempos que corren. Hay que impulsar un código ético en todos los niveles de la gestión pública que promueva la honestidad de los gobernantes y que impida la connivencia mafiosa entre política y dinero.
En lo municipal debe estar la salida a la crisis neoliberal. Nuestro proyecto apuesta por la defensa de las políticas sociales, por los empleos de calidad, por una economía local solidaria y por garantizar los derechos por encima de los beneficios. El Ayuntamiento debe ser capaz de garantizar una vida digna de las ciudadanas y ciudadanos del concejo fomentando la actividad y corrigiendo las desigualdades que el mercado ha generado en los últimos años.
Llegó la hora de cambiar las cosas, de una nueva política en Avilés. Pero ese cambio no ocurrirá si no somos capaces de anudar un gran proyecto, de construir una candidatura municipal de confluencia, con vocación ganadora, de mayorías. Una candidatura que debe ser gestionada por la ciudadanía mediante la elección directa de sus candidatos, más participación y más control de los mecanismos de decisión.
Ganemos Avilés debe defender los valores universales de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y por lo tanto rechazar frontalmente las políticas segregadoras, paternalistas, patriarcales, neoliberales, racistas y sexistas.
Ganemos Avilés debe buscar la sintonía y la coherencia que la ciudadanía espera de sus representantes en estos momentos de crisis de régimen. Por eso la transparencia en las formas de hacer política, la adecuación de los sueldos a las circunstancias sociales de la población, la revocabilidad de los cargos y la capacidad de escuchar las demandas de la ciudadanía y los movimientos sociales y ciudadanos deben ser principios inexcusables de este proyecto.
Ganemos Avilés debe ser un proyecto capaz de entusiasmar, de unir voluntades de cambio, capaz de nacer de las personas, de los colectivos sociales y políticos honestos, de las asociaciones que comparten el objetivo de acabar, desde abajo, con un modelo municipal tan agotado como injusto.
Ganemos Avilés debe servir para construir una ciudad más habitable y digna de ser vivida. Ha llegado el momento de construir una ciudad diferente. Ha llegado el momento de ganar Avilés.