¡Llamamiento a las bases! Por una Izquierda Unida soberana, para una alternativa unitaria de la mayoría social trabajadora
Para: Militantes y simpatizantes de Izquierda Unida
Desde las IX y X Asamblea Federal, IU ha trabajado por recuperar los aspectos fundamentales de nuestro Movimiento Social y Político; el carácter unitario de su política de alianzas, y la movilización social como elemento dinamizador de una Alternativa real al Capitalismo y al bipartidismo.
Estas políticas junto a la llamada a la Huelga General, fueron favoreciendo la recuperación del sindicalismo combativo, la visualización de las luchas sociales contra los desahucios y los recortes sociales y democráticos, y la articulación de acuerdos políticos que dieron forma a las fuerzas que compusieron LA IZQUIERDA PLURAL y AGE. Sin embargo, y de forma inaudita, alguien dio por fracasados los procesos de Refundación y Convergencia en el mismo momento que se empezaban a cosechar grandes resultados políticos.
Hace apenas unas semanas nuestro candidato a la presidencia del Gobierno, elegido en primarias, anunció que Izquierda Unida no concurrirá a las próximas elecciones como formación independiente y que no presentará un programa propio, sino que se incorporará a la plataforma Ahora en Común, auspiciada desde IU junto a militantes de Equo y críticos de Podemos. Una decisión tomada de espaldas de la militancia, cuyo papel queda relegado a la ratificación de la “foto finish” de unos acuerdos a los que ha permanecido totalmente ajena. Sin tiempo material para establecer una nueva estrategia electoral en caso de no ser aprobados por las bases de IU.
En los últimos días, hemos asistido con perplejidad a la publicación del manifiesto “Tomemos la iniciativa” suscrito unilateralmente por la dirección de IU, así como por Equo y las formaciones políticas de Tania Sánchez y Alberto Sotillos, y en el que, sorprendentemente, se llama a superar dicha plataforma en un nuevo y vano intento de sumar a Podemos a una candidatura unitaria, que ha sido rechazada de manera reiterada y con evidentes muestras de desprecio hacia nuestra organización y su militancia.
Como consecuencia, los promotores de Ahora en Común han abandonado el proyecto, no sin antes criticar duramente las negociaciones que, “a puerta cerrada”, mantienen las fuerzas políticas citadas, “a fin de ocupar los huecos o puestos de consolación” que ofrece Podemos.
Y en estas estamos, a tres meses de las Elecciones Generales, sin que los y las militantes de Izquierda Unida conozcamos siquiera el nombre con el que vamos a concurrir a estos comicios. Mucho menos quienes serán nuestros representantes, ni cuál es el programa donde se plasmará el modelo alternativo con el que, desde la izquierda transformadora, pretendemos dar la batalla al capitalismo.
Por otra parte, los resultados de las elecciones catalanas celebradas recientemente han dejado en evidencia la subordinación de IU a la estrategia electoral de Podemos, que pasa por la invisibilización de nuestro proyecto y la asunción de sus líneas rojas: acuerdos territoriales (nunca a escala superior a la autonómica), sin primarias conjuntas y sin que las siglas de nuestra federación puedan aparecer en la papeleta electoral. Absorbidos, desunidos, desideologizados, así podríamos afrontar la próxima cita electoral sin que, ni siquiera, el alto precio a pagar sirva para garantizar la consolidación de una fuerza política capaz de romper la actual dinámica bipartidista y que, desde luego, se dejará muchos de nuestros anhelos, luchas y reivindicaciones en el camino.
Entendemos Izquierda Unida como una fuerza impulsora de la unidad de la izquierda desde su misma génesis. Pero la convergencia con otras fuerzas políticas y sociales no puede llevar aparejada la disolución de nuestra identidad. Defendemos nuestra historia y la dignidad de las mujeres y hombres cuyo compromiso y sacrifico nos han convertido en lo que hoy somos.
No renunciaremos a nuestras banderas, no vamos a esconder con vergüenza a la clase trabajadora, no renegaremos de nuestra ideología ni de nuestros principios. No abandonaremos la lucha en manos de líderes mediáticos aupados por las empresas del capitalismo. Tampoco lo haremos ante quienes propagan discursos derrotistas para facilitar la entrega de nuestra Organización.
No nos resignamos a este suicidio inducido de IU, porque precisamente la evolución de la crisis y el intento de perpetuación borbónica, necesita de una respuesta de la Izquierda Social y política debidamente organizada en torno a una propuesta alternativa social, democrática y ética, y dónde IU puede ejercer de elemento catalizador por la historia de lucha y de compromiso de generaciones de militantes.
No aceptamos que bajo la retórica de la Unidad Popular, se esté liquidando a la principal fuerza política que en estos casi 30 años, ha sido el único aliado político del Movimiento Obrero y de las causas más nobles y justas.
No, no con nuestro silencio o complacencia. Queremos recuperar la soberanía sobre nuestro principal activo político, IZQUIERDA UNIDA, y queremos que la dirección Federal entienda que ya no caben más decisiones desde la “conveniencia”, y que hay que plantarse antes de que el daño sea irreparable.
Por ello, con orgullo militante, exigimos que las bases de nuestra organización recuperen el protagonismo en el diseño de la hoja de ruta de cara a las próximas Elecciones Generales, siendo irrenunciables nuestro proyecto, nuestro programa y nuestras siglas.