Recogida de Firmas Por una democracia participativa del SXXI, Navegantes al poder
Para: Congreso de los Diputados
Durante siglos, el concepto de democracia que heredamos de los griegos ha ido ganando terreno y ha representado cada vez mejor los intereses del pueblo y ha servido para hacernos más libres.
Pero en las últimas décadas nuestras democracias responden más al interés de los poderes económicos, y se alejan paulatinamente de la representación de los intereses de millones de ciudadanos, con leyes como la Ley Sinde, nuestro gobierno dice hacer esa Ley en beneficio de los españoles, incluso la oposición también se une al mismo concepto.
Pero la realidad , y sólo hay que ver lo pasa en Internet, es que hay millones de españoles con nombre y apellido que aborrecen todo lo que se deriva de esa actuación y que han sido ignorados una y otra vez por los que en teoría deberían ser nuestros representantes, no importa el color político, esto está más allá de ideologías. Es sólo que sus señorías en sus cómodos butacones han creado una barrera entre ellos y los millones que los ponemos ahí elección tras elección.
Sus señorías desconocen el poder de Internet, deberían mirar hacia Egipto, Túnez, y ojalá cunda el ejemplo con más países, esas revueltas son hijas de la más poderosa herramienta inventada desde la imprenta. INTERNET.
Yo digo que es hora de que nuestras democracias den el siguiente paso, para hacer a los pueblos más libres, más felices y menos comprables por grandes fuerzas económicas.
Yo digo que, deberíamos pedir una democracia donde las leyes las voten los ciudadanos desde su propia convicción y percepción del mundo.
Yo digo que, debemos crear una democracia con Internet como corazón legislador
Yo digo que, no somos tontos, no somos niños, no somos ignorantes, no se nos venden votos como lavadoras.
Yo pido que, nos devuelvan el poder, a cada ciudadano su voto, su valor, su aportación.
Quizá sea comprable un grupo político, para que legisle a gusto de alguien, pero es incomprable la voluntad de un pueblo, su palabra, su voto.
No quiero que alguien me represente y me diga, anda chico, ya me encargo yo.
Yo digo que, QUIERO VOTAR, quiero que mi palabra se oiga en el Parlamento.
