Recogida de Firmas ""Solicitamos detengan de inmediato el genocidio en Libia"
Para: Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas
Señores
Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas
Miembros del Consejo de Seguridad de la O.N.U.
Miembros de la Corte Internacional de Justicia
Ministros de Relaciones Exteriores de los Estados Miembros
Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
Human Right Watch.
Considerando como indica el preámbulo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana.
Considerando que el notorio desconocimiento y menosprecio de los derechos humanos en Libia, han originado por parte del régimen de “Muammar al Gaddafi”, la comisión de actos de barbarie humana ultrajantes, que configuran claramente los delitos de “Genocidio” y “Crímenes de Lesa Humanidad”, tipificados en los Artículos 6 y 7 respectivamente del Estatuto de Roma, cometidos contra la población civil que se manifestaba pacíficamente en aras de su libertad.
Considerando que los Estados Miembros se han comprometido a asegurar, en cooperación con la Organización de las Naciones Unidas, el respeto universal y efectivo a los derechos y libertades fundamentales del hombre.
Considerando que la Corte Penal Internacional es una institución permanente, facultada para ejercer su jurisdicción sobre personas respecto de los crímenes más graves de trascendencia internacional, entre los que se encuentran “El Genocidio” y “Los crímenes de Lesa humanidad” de conformidad con el Artículo 5 del Estatuto de Roma.
Considerando que la Corte Penal Internacional podrá ejercer su competencia respecto de cualquiera de los crímenes a que se refiere el Artículo 5 del Estatuto de Roma, si El Consejo de Seguridad, actuando con arreglo a lo dispuesto en el Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas, remite al Fiscal una situación en la que parezca haberse cometido uno o varios de esos crímenes, lo que en este caso es un hecho notorio y evidente.
Considerando que a pesar de que la comunidad internacional no dispone de la cifra exacta de fallecidos, torturados, heridos y desplazados; la criminal actitud del régimen libio, ha dejado claro ante el mundo, su propósito de proseguir con la violencia ejercida contra la población civil con medios desproporcionados, para mantener a toda costa, en pié al deslegitimado régimen totalitario.
Considerando que todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; y que este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión, de conformidad con lo establecido en el Artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Considerado que todo lo expuesto anteriormente representa para la Comunidad Internacional (salvo algunas excepciones), una situación inaceptable e insostenible, que además constituye una seria amenaza a la paz, la seguridad y la estabilidad internacional.
Los que suscribimos este documento pedimos:
1.- Que el Consejo de Seguridad de la O.N.U., remita sin más demoras al Fiscal de la Corte Penal Internacional, la resolución que contenga la condena y procesamiento, de “Muammar al Gaddafi”, los mercenarios contratados por el régimen, así como todos los miembros de su gobierno, que son responsables por la comisión de los delitos de “Genocidio” y “Crímenes de Lesa Humanidad” por parte del Régimen Libio, contra la población civil.
2.- Que el Consejo de Seguridad de la O.N.U., tomando en cuenta que la grave situación en la que se encuentra Libia actualmente, pone en peligro la paz, la seguridad y la estabilidad internacional, promueva el arreglo pacífico de la controversia, a través de la mediación, conciliación y arbitraje, en cuyo caso sugerimos solicitar el apoyo de los miembros de la Liga Árabe y el uso adecuado de los recursos diplomáticos a tales fines, “EN NINGÚN MOMENTO HACER EL USO DE LA FUERZA”, lo que agravaría más la situación.
3.- Que la Secretaría General de la O.N.U., promueva entre los estados miembros de la organización, a que a su vez sean miembros de la O.P.E.P, un plan de contingencia para compensar la falta de producción y distribución de petróleo y sus derivados procedentes de Libia, a fin de neutralizar el chantaje internacional a que están sometidos por el Régimen.
4.- Que el Consejo de Seguridad solicite al fiscal de la Corte Penal Internacional, que inicie una investigación y tomen las medidas cautelares pertinentes, para evitar que se sigan exportando más mercenarios de países africanos y preventivamente de otras latitudes, destinados a apoyar al régimen Libio en su masacre contra la población civil y promover las sanciones y se soliciten las indemnizaciones a que haya lugar, a aquellos Estados que promuevan dicha cooperación, directa o indirectamente, incluso en los casos de omisión.
5.- Que el Consejo de Seguridad., solicite a los organismos competentes de la O.N.U., que en cooperación con Ministerios de Relaciones Exteriores de los Estados miembros y “La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja”, se establezca provisionalmente un corredor humanitario, que previo acuerdo con los gobiernos de Túnez y Egipto, coordine la ayuda humanitaria internacional, en campamentos destinados a atender a los refugiados procedentes de Libia y ofrezca en consecuencia, inmediato apoyo económico, de salud y seguridad, a los países de acogida, para cuyo fin también se destine, la presencia no sólo de civiles, sino de los Cascos Azules en la Zona.
6.- Que la Organización de las Naciones Unidas, establezca en lo adelante un mecanismo eficaz, que permita dar cumplimiento a lo establecido en el preámbulo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en lo que respecta a que “los derechos humanos sean protegidos por un régimen de Derecho, a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión”, como es el caso actual de Libia y de otros países donde se violan sistemáticamente los derechos humanos de sus ciudadanos. A tal fin, proponemos que en lo adelante, la O.N.U. actúe con sentido de veracidad, oportunidad y eficacia, para evitar estas desgracias humanitarias, que ponen en riesgo la paz, la seguridad y la estabilidad internacional.
7.- Que se ejecuten de inmediato, todas las medidas que han estado estudiando en los últimos días (a excepción del uso de la fuerza militar), por parte del Consejo de Seguridad de la O.N.U. y demás organismos internacionales y se tomen en cuenta las peticiones complementarias que la sociedad civil a nivel internacional sugiere y estima vitales al caso planteado, pues lo que se considera pronto burocráticamente hablando para la O.N.U., es tarde a los efectos prácticos, debido el número diario de víctimas humanas que genera el conflicto.
8.- Que se impida la fuga de “Muammar al Gaddafi”, los mercenarios contratados por el régimen, así como todos los miembros de su gobierno, que son responsables por la comisión de los delitos de “Genocidio” y “Crímenes de Lesa Humanidad”, contra el pueblo libio, a fin de que sean sometidos a la justicia penal internacional.
Finalmente, dijo Mahatma Ghandi: “El principio de la no-violencia es violado por todo mal pensamiento, por toda prisa excesiva, por la mentira, el odio o el hecho de desear mal a alguien; también se viola cuando se guarda para uno mismo aquello de lo que el mundo tiene necesidad y el mundo tiene necesidad, incluso de lo que comemos cada día”.
Los grandes cambios permanentes que necesita la humanidad, no se lograrán a través de medidas de contingencia como en el caso de Libia (aunque evidentemente son necesarias), pues también actualmente en muchos otros países a lo largo de todo el planeta, diariamente se violan los derechos humanos fundamentales, bajo la mirada indiferente de la Comunidad Internacional.
El cambio de consciencia, sólo será posible, con el esfuerzo conjunto de todos los actores sociales, a través de una deliberada, sistemática y verdadera formación de toda la humanidad, en los valores humanos fundamentales, esos que forman al “Ser” humano para vivir en y para el amor, con la dignidad plena que corresponde al hombre, con rectitud de consciencia.
Tened pues siempre presente, que se necesita la voluntad firme y una acción conjunta de todos, ya que la paz no se improvisa, sino se construye en el día a día., desde el hogar. célula fundamental de la sociedad.
Es justicia que pedimos, a los 26 días del mes de febrero de 2010.
Yajaira María Tirri Foster
