Recogida de Firmas Por el cambio global y por la Humanidad
Para: Todos
A la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y a la Corte Penal Internacional: Para que sean los ciudadanos por referendum europeo los que tomen las decisiones que ahora se hacen a puerta cerrada y para que se juzgue a todos los dirigentes de estas organizaciones por los delitos contra la humanidad que vienen comentiendo desde hace años.
El Fondo Monetario Internacional,el Banco Mundial, la Organización Mundial de Consumo y el G-10 son responsables de:
En décadas pasadas, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial han promovido sistemáticamente reformas políticas polémicas en los países en desarrollo.
Éstas incluyen liberalización del comercio y de los flujos financieros, desregulación, privatizaciones y austeridad presupuestal.
La “ayuda” de estas instituciones NUNCA es gratuita.
Los acuerdos crediticios del Banco Mundial incluían severos condicionamientos: el dinero se entregaba sólo si el gobierno aceptaba las reformas de ajuste estructural y al mismo tiempo respetaba plazos muy precisos para su implementación.
Bajo la supervisión del Banco Mundial, se eliminaron las barreras comerciales a los cereales, los productos lácteos y la carne provenientes de los países ricos, junto con la eliminación de los subsidios y los créditos bancarios preferenciales para los agricultores.
El Banco Mundial también alentó la aplicación de reformas en la estructura de tenencia y propiedad de la tierra que propiciaron la pérdida de la tierra para el pequeño propietario, la transformación de los derechos de los indígenas a la tierra y la privatización de las tierras comunales.
“Como resultado, las economías de estos países se han caracterizado por un crecimiento lento e irregular, un aumento de la inestabilidad y una creciente brecha de ingreso. Son políticas que “nos llevan al hambre, que sostienen la liberalización económica del Sur y crean una homogeneidad cultural, protegidas por fuerzas militares en caso de fallar el primer grupo de acciones prescritas”,
“¡El BM y el FMI ya no usan el gas sino a gobiernos sicarios, encargados
de colaborar en la matanza masiva de sus propios pueblos!
¡Las políticas depredadoras y genocidas del FMI y el BM
sumarían en una sóla década 69,35 millones de niños menores de 5 años muertos, sin contar a las personas adolescentes y mayores,
esto es casi el doble de todos los muertos en la II Guerra Mundial!”
BM y FMI “han forzado la apertura de los mercados al ‘dumping’ de productos agrarios, la privatización de los servicios sociales básicos (educación, sanidad,…) y las instituciones de soporte económico, así como la privatización y la comercialización de las tierras públicas y comunales, del agua, de los bancos de pesca y de los bosques. Paralelamente testimoniamos el aumento brutal de la represión de los movimientos sociales que resisten al Nuevo Orden Mundial.
Este deseo político ha abierto también sus puertas a la desenfrenada monopolización y concentración de recursos y procesos productivos en manos de unas pocas multinacionales gigantes. La imposición de modelos de producción dependientes del exterior ha destruido el medio ambiente y las formas de vida de nuestras comunidades. Además ha creado inseguridad alimentaria poniendo como objetivo las ganancias de productividad a corto plazo utilizando tecnologías dañinas como los OGMs (organismos genéticamente manipulados).
El resultado ha sido el desplazamiento de los pueblos y la migración masiva, la pérdida de empleos que pagan salarios vitales, la destrucción de la tierra y otros recursos de los que dependen los pueblos, un incremento en la polarización entre ricos y pobres, y entre el Norte y el Sur, un agravamiento de la pobreza alrededor del mundo y el aumento del hambre en la amplia mayoría de naciones”.
En relación a la Organización Mundial de Comercio, estas reformas políticas equivocadas e insensatas se están consolidando progresivamente en leyes comerciales respaldadas por la amenaza de sanciones económicas. Además, los gigantes de la alimentación tienen libertad sin restricciones para introducir semillas en los países en vías de desarrollo. Y, no sólo eso, éstos también se benefician de los “derechos de propiedad intelectual” sobre diversas variedades de plantas, lo que favorece la destrucción de la bio-diversidad.
La “estabilización macro-económica” y los programas de ajuste estructural impuestos por el FMI y el BM a los países en desarrollo (como condición para la renegociación de su deuda externa) ha conducido a cientos de millones de personas al empobrecimiento…
La “píldora económica” del FMI / BM no es la “solución” sino en gran parte, la “causa” del hambre en los países en vías de desarrollo”.
“¿Qué clase de teoría es ésta, elaborada por círculos intelectuales pretendidamente serios, que desdeña la biodiversidad, la soberanía alimentaria de los pueblos, las destrucciones causadas por las catástrofes naturales o humanas propiciadas por el monocultivo, la esencia caótica del mercado y la contaminación generalizada?”.
“¡Con estas políticas genocidas perecen cada cuatro días tantos niños
como el número de personas que fallecieron el día 6 de agosto de 1945
a consecuencia del impacto directo de la bomba atómica de Hiroshima!
¡La única diferencia es que estas otras bombas atómicas son silenciosas
porque nadie reclama por ellas!”
“En lugar de admitir los fallos y errores de sus políticas, el BM, el FMI y la OMC continúan operando de forma no democrática y sin rendir cuentas, lo que pone en duda su legitimidad.
Las estructuras de votación del FMI y el BM están fuertemente predispuestas a favor de los países ricos. Sus autoridades se eligen por medio de procesos exclusivos abiertos sólo a ciudadanos estadounidenses o europeos.Las reuniones del Directorio se realizan a puerta cerrada, no se revelan las minutas y los documentos de los préstamos sólo son accesibles a los parlamentos después de la aprobación del Directorio.
Como mínimo, las estructuras de votación y los procesos de selección de liderazgo tanto del BM como del FMI y la OMC, deberían ser transparentes y abiertos a la opinión pública. El derecho de los ciudadanos y de las autoridades electas de participar en la determinación de las políticas comerciales y financieras de sus gobiernos debe ser preservado”.
Bolivia, Perú, Méjico, Indonesia, Filipinas, Pakistán, Uzbekistán, Tailandia, Yemen, Etiopía, Senegal, Mali, Bangladesh, y prácticamente todos los países del África sub-sahariana, en los que se han producido disturbios por la dramática escasez de alimentos.
“Los motines y revueltas que estallaron recientemente en diversas ciudades de Haití fueron el resultado previsible de una brusca subida del precio del arroz (del orden del 200 %). Haití gasta el 80 % de sus ingresos por exportación en importar productos para cubrir sus necesidades alimentarias. Pero no siempre ha sido así. Antes de que los Duvalier padre e hijo extendieran su manto de plomo dictatorial (de 1957 a 1986), el país se bastaba a sí mismo para alimentarse”.
”No hace mucho tiempo hubo un naufragio que no fue noticia en los diarios. El naufragio de una embarcación haitiana, sesenta muertos, cerca de la costa de Florida. Huían desesperados de la miseria. Murieron todos en el mar Caribe, ahogados o comidos por los tiburones. Esos sesenta náufragos eran sesenta campesinos que vivían del arroz. Habían llegado los expertos del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial y otros filántropos que habían descubierto que la economía haitiana estaba subsidiando el arroz, lo que era desleal en términos de la libre competencia del mercado. Ciao subsidios. Se acabaron los aranceles protectores del arroz nacional y se acabó el arroz nacional.
Entonces, los campesinos que cultivaban el arroz fueron empujados a la mendicidad o a las balsas, y Haití se convirtió en un país importador de arroz de Estados Unidos.
Por supuesto que el arroz de Estados Unidos estaba mucho más subsidiado que el arroz haitiano, pero los técnicos, expertos, son gente un poquito distraída, y a ninguno se le ocurrió advertirlo. Al fin y al cabo, Estados Unidos es el país que más debe del mundo”.
Hace tres mil años que se cultiva arroz en Sri Lanka. Más del 70 % del consumo de cereales es arroz. El 80 % de los pequeños campesinos trabajan en el arroz. Éste es parte de la historia, de la cultura, de la literatura, de la poesía, del paisaje, pero debe desaparecer. … Esto entra en un plan del Banco Mundial de transformar toda la economía campesina en una economía productivista capitalista en 25 años.
Le dicen al gobierno: ustedes tienen que tomar dos medidas.
La primera es un impuesto sobre el riego. Hace dos mil años que hay riego en Sri Lanka y nunca el campesino ha tenido que pagar por el agua; ahora tendrá que hacerlo. Ese impuesto fue privatizado, hasta el punto de que el pequeño campesino no puede producir arroz y cubrir sus gastos de producción.
La segunda medida: como la tierra de producción de arroz todavía es colectiva, la vieja herencia asiática, el Banco Mundial reclama que se convierta en una mercancía y obliga al Gobierno a dar títulos de propiedad a todos los pequeños campesinos. Esto puede parecer simpático, pero el objetivo es que el campesino empobrecido tenga que vender su tierra a precio muy bajo. Las corporaciones locales y extranjeras están allí (al acecho como carroñeras -añado yo-) para comprar.
¿Qué vamos a hacer con un millón de pequeños campesinos que producían arroz? Es una gran oportunidad, dice el Banco Mundial. Los campesinos van a venir a las ciudades a trabajar. ¿Qué dice el Gobierno de Sri Lanka, que ahora es un Gobierno neoliberal? De acuerdo, porque vamos a tener mano de obra barata para atraer el capital extranjero. Hace cuarenta años que hacen eso… Durante ese tiempo, la clase obrera de Sri Lanka, que es bastante educada -casi todos tienen estudios secundarios- luchó para mejorar el salario, para organizar una seguridad social coherente y un sistema de pensiones. ¿Y ahora qué pasa? Que la mano de obra de Sri Lanka es demasiado cara y el capital se va a Vietnam y a China… En 2002, Sri Lanka ha tenido el más alto índice de suicidios del mundo, y la mayoría de los que se suicidan son pequeños campesinos. Esta es la lógica del capitalismo llevado por un organismo como el Banco Mundial”.
También en África, “según el programa del Banco Mundial, el agua se convirtió en un artículo que debía ser vendido a los empobrecidos campesinos. Debido a la falta de fondos, el Estado se vio obligado a retirarse de la administración y conservación de los recursos de agua. Los ojos y pozos de agua se secaron debido a la falta de mantenimiento, o fueron privatizados”·
Bajo las reglas del comercio libre, la protección de los alimentos se ha convertido en un crimen.
las políticas del FMI y el BM son “el complemento de la estrategia militar de las grandes potencias, con similar poder destructivo. Cuando una misión del FMI entra en un país y pide la destrucción de las instituciones sociales y económicas como condición para prestar dinero, resulta muy similar a la destrucción física causada por un bombardeo de la OTAN. El FMI ordenará la clausura de hospitales, escuelas y fábricas. Resulta menos costoso que bombardearlos, pero el resultado final es parecido: la destrucción del país. … Si un país rechaza la intervención del FMI, entra la OTAN, sola o junto con agencias encubiertas, para crear las condiciones apropiadas para imponer los programas del FMI”.
“¡En capacidad de robo y refinamiento del latrocinio
los piratas de todos los siglos no llegan ni a compararse como
si fuesen niños de pecho al lado de estos ladrones de la
«más avanzada tecnología de todos los tiempos»!
¡Los gánsteres de Chicago no llegan ni a la suela de los zapatos
de estos rateros cibernéticos!
¿No merecerían por ello ir a un nuevo proceso de Nuremberg,
o a la Corte Penal Internacional todos sus culpables y cómplices?”