Recogida de Firmas Por un nacimiento digno
Para: A la Ministra de Sanidad de España, Ana Mato, y a todo el Ministerio de Sanidad
Las personas que manifiestan su adhesión a esta petición, pedimos:
A la Ministra de Sanidad de España, Ana Mato, y a todo el Ministerio de Sanidad, que inste a las autoridades sanitarias competentes en la atención sanitaria, llevando al Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud una propuesta de acuerdo para mejorar la calidad de la atención al parto y nacimiento.
A las Comunidades Autónomas, como las entidades competentes de la atención sanitaria en sus respectivos territorios, para que tomen las medidas oportunas de hacer llegar esta propuesta y su cumplimiento, a todas las maternidades.
Y a todas las entidades y personas relacionadas con la atención al parto y nacimiento: profesionales, investigadoras, directoras del sector público y del privado, gestoras de las administraciones locales, regionales, autonómicas y del Estado, que tengan en cuenta las necesidades físicas y emocionales del bebé en el tránsito de su nacimiento, que sea considerado como principal protagonista del mismo junto con su madre, y que en consecuencia se garantice una atención al nacimiento respetando el proceso fisiológico, los tiempos y los avances que de forma natural hacen progresar el modo más adecuado de dar la bienvenida a un nuevo ser humano.
Desde la Plataforma pro Derechos del Nacimiento continuamos con nuestra Campaña de Concienciación sobre el Impacto de Nacer. Conscientes de la influencia del nacimiento en las personas, queremos seguir llamando la atención a todas las personas implicadas en el recibimiento de los niños y niñas en el momento de nacer, y la importancia del vínculo extrauterino. Y queremos hacerlo de un modo especial con motivo del 14º Día Mundial de los Derechos del Nacimiento, que este año lleva el lema: Nacer con dignidad "una cuestión de derechos humanos".
Desde hace años, la evidencia científica nos alerta sobre las nefastas consecuencias que tiene para el bebé ser separado de su madre en el momento de nacer, de cómo afecta a la relación entre ambos y como este hecho condicionará su socialización durante toda su vida: http://youtu.be/hDOpnCPoBg0. También son bien sabidos los perjuicios y consecuencias que tienen ciertas prácticas clínicas realizadas de forma rutinaria sin justificación, como son las estimulaciones con oxitocina para acelerar el parto, las inducciones para provocarlo, el uso de fórceps y ventosa para extraer a la criatura, y las maniobras innecesarias como son el lavado gástrico, la aspiración de secreciones o el paso de sondas por el ano. Parece inconcebible que a pesar de la evidencia científica se sigan realizando estas prácticas.
Como también resulta inexcusable que matronas, obstetras, pediatras, profesionales de enfermería y demás personal sanitario relacionado con la atención al parto -y por tanto también conscientes que atienden el nacimiento-, sólo lleven a la práctica que el 50% de los niños y niñas sean colocados piel con piel inmediatamente tras el nacimiento y durante las dos primeras horas de vida, sin interrupciones salvo para su identificación y el test de Apgar. Es imprescindible que sepan la importancia de lograr garantizarlo en el 100% de los nacimientos.
Todos los esfuerzos que se dediquen al nacimiento son pocos. Está comprobado que un porcentaje alto de personas agresivas, irrespetuosas y violentas han tenido un nacimiento problemático:
http://ponteensupiel.files.wordpress.com/2011/06/como-nacemos-michel-oden.pdf
Queremos conseguir “Nacimientos Respetados” para nuestros hijos/as, y para ello pedimos que se tenga en cuenta:
• La gravedad del problema que tenemos actualmente ignorando ampliamente las necesidades del bebé que nace.
• La necesidad de formación de los profesionales que se dedican a atender nacimientos; que tengan conocimientos actualizados sobre el proceso fisiológico de nacer, por lo que no existe respeto alguno para el principal protagonista del hecho.
• El desamor, la falta de respeto y de sensibilidad, sobre la necesidad emocional del bebé en el momento crucial del cambio y las graves consecuencias que se derivan del maltrato recibido en el momento de nacer, interrumpiendo sistemáticamente la unión que durante nueve meses ha tenido con el cuerpo de su madre y realizando maniobras injustificadas y obsoletas.
Debemos denunciar que la mayoría de las prácticas realizadas en los nacimientos, no tienen una base científica que las avale, más bien lo contrario:
• La posición más habitual a la que obligan a parir a la mujer (en la cama, inmóvil, en decúbito supino y con suero en vena) está desaconsejada porque no favorece el progreso de la dilatación; es la peor para mujeres y bebés pero se hace por comodidad de los profesionales.
• La muy habitual realización de episiotomías aún a sabiendas que favorece los desgarros más graves y sus consecuencias posteriores como la incontinencia urinaria y fecal o los problemas en las relaciones sexuales.
• La administración de oxitocina que provoca agotadoras contracciones difíciles de controlar y que a la vez anula la propia hormona de la mujer, llamada hormona del amor, que es la encargada del progreso adecuado y feliz en la dilatación, parto, alumbramiento y la lactancia.
• La maniobra de Kristeller, que fuerza brutalmente la salida de la criatura empujando el abdomen de la madre con codos y puños, se sigue realizando a pesar de estar “denunciada” por la OMS desde el siglo pasado. ¿Quiénes la practican piensan realmente en la madre y la criatura?. Esta maniobra debe erradicarse definitivamente de nuestras maternidades.
• La frecuente rotura artificial de membranas, para acelerar forzosamente el proceso y no dejar a la mujer y su bebé seguir sus ritmos.
• Los elevados partos instrumentales con fórceps o ventosa muy superiores a los que se realizan en otros países de nuestro entorno.
• Las cesáreas muchas veces innecesarias cuando se realizan por intereses ajenos a las necesidades reales e indicaciones clínicas.
• El corte prematuro del cordón, sabiendo -o debiendo saber- lo beneficioso que resulta para el bebé esperar a que deje de latir.
Éstas son algunas de las prácticas que se siguen realizando estando desaconsejadas por la OMS y por la Estrategia de Atención al Parto Normal en el Sistema Nacional de Salud que viene liderando el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad; Documento consensuado con todos los sectores implicados: sociedades científicas y profesionales, organizaciones sociales y de mujeres, comunidades autónomas y personas expertas; Consenso que conlleva el compromiso de cumplirlo y hacerlo cumplir en los distintos ámbitos y competencias; Compromiso ético, moral y técnico.
Tenemos la necesidad de defender al bebé en su nacimiento:
? cuando al profesional que atiende se le ocurre que aquí acaba su gestación y por uno u otro motivo (siempre los encuentran) la interrumpe alegando que corre peligro. Sus padres no se ven con fuerza para tomar decisiones contrarias al diagnostico hecho, por la persona en quien han depositado su confianza.
? cuando no se respeta el ritmo que el necesita para nacer y a su madre se le inyecta una hormona que hará que ninguno de los dos tenga descanso entre una y otra contracción.
? cuando a consecuencia de la postura en que obligan a estar a su madre, no puede salir y alguien desde arriba se pone encima de su madre y le empuja (maniobra de Kristeller) haciéndole salir de una forma violenta. Este acto además de estar desaconsejado por las autoridades sanitarias, dejaría de practicarse solo con que su madre pudiera estar de pie.
? cuando al asomar la cabeza, alguien se la coge, la retuerce y la estira, sin ningún sentido, porque no tienen paciencia para esperar, ya que todos los bebés salen (sin esa maniobra) en la siguiente contracción. No creemos que ningún bebé venga preparado para estirarle el cuello de esa forma.
? cuando inmediatamente después de salir, alguien le arrebata el único aporte de oxigeno que tiene cortando su cordón umbilical antes de que pueda tomar aire por sí solo.
? cuando inmediatamente después de salir, se le mete debajo de un grifo o se le seca con una talla tan áspera que a ninguno de los presentes se le ocurriría secarse la cara con ella. A nadie se le ocurre, que hasta ese momento su piel, ha permanecido sumergida en el líquido y nada más la ha tocado.
? Y sobre todo, defenderle, cuando sin motivo razonable es arrebatado de los brazos de su madre para ser sometido a una serie de exploraciones (peso, talla, perímetro craneal…) que en la mayoría de los casos no tienen ningún sentido ni hay necesidad de saberlo en esos momentos, sobre todo, si para ello hay que interrumpir el vínculo entre él y su mundo (su madre).
El parto y nacimiento normal o de bajo riesgo debe ser atendido de modo natural: dejándolo evolucionar de forma fisiológica, sin interferencias. Sólo necesita una matrona experta que ofrezca confianza a la mujer en su propia naturaleza, que siga el proceso con atención, sensibilidad e intimidad; que nadie lo interrumpa con ninguna intervención que no sea estrictamente necesaria. Por el contrario, a la mujer se la infantiliza, se le hacen preguntas sin cesar, se encuentra atada por monitores y sueros, se la somete a exploraciones y tactos de muchos profesionales, incluso a prácticas docentes (que no son necesarias, pero que se realizan para que practiquen profesionales en periodo de formación, etc.). ¿Alguien piensa que esta es la base para un parto y nacimiento satisfactorio y feliz?. Así sólo se consigue sufrimiento y graves consecuencias.
El bebé tiene derecho a reencontrarse y permanecer en contacto con su madre, piel con piel, sin ninguna excusa. http://mundodespierta.com/2013/05/25/el-contacto-piel-con-piel-con-la-madre-demuestra-ser-mejor-que-la-incubadora-en-bebes-prematuros/
Petición creada por: Plataforma pro derechos del Nacimiento
http://ponteensupiel.wordpress.com/ http://elimpactodenacer.pangea.org/
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